Si estás pensando en comprar una vivienda, es posible que hayas oído hablar de la hipoteca creciente. Se trata de un tipo de préstamo hipotecario que tiene unas características particulares que lo diferencian de otros productos financieros. En este artículo te explicamos en qué consiste, cuáles son sus ventajas e inconvenientes, y qué aspectos debes tener en cuenta antes de contratarla.
¿Qué es la hipoteca creciente?
La hipoteca creciente es un tipo de préstamo hipotecario que se caracteriza por tener una cuota inicial baja que va aumentando progresivamente a lo largo del tiempo. Este sistema permite acceder a una vivienda con un menor esfuerzo económico al principio, pero implica asumir un mayor riesgo de endeudamiento en el futuro.
Este tipo de hipoteca, la creciente, se basa en el principio de que los ingresos de los prestatarios irán creciendo con el paso de los años, y por tanto podrán hacer frente a unas cuotas más elevadas. Sin embargo, esta premisa no siempre se cumple, y puede ocurrir que los prestatarios se encuentren con dificultades para pagar las cuotas cuando estas se incrementen.
¿Cómo funciona la hipoteca creciente?
Una hipoteca creciente suele tener un tipo de interés variable, que se revisa periódicamente en función de un índice de referencia, como el euríbor. Además, la cuota se incrementa anualmente según un porcentaje fijo pactado con el banco, que puede oscilar entre el 1% y el 5%. Esto significa que la cuota puede subir incluso aunque el tipo de interés baje.
Por supuesto, la hipoteca creciente tiene algunas ventajas, como la posibilidad de acceder a una vivienda con una cuota inicial más asequible, o la deducción fiscal por inversión en vivienda habitual. Sin embargo, también tiene importantes inconvenientes, como el mayor coste total del préstamo, el riesgo de sobreendeudamiento, o la dificultad para cambiar de banco o de vivienda.
¿Qué debes tener en cuenta antes de contratar una hipoteca creciente?
Por todo ello, antes de contratar una hipoteca creciente es conveniente analizar bien la situación financiera actual y futura, comparar diferentes ofertas del mercado y leer detenidamente las condiciones del contrato. Así evitarás caer en una trampa que puede acabar siendo muy costosa.
Además, es recomendable contar con un asesor financiero de Genial Banking, que te oriente sobre las mejores opciones para tu economía personal. Te dará información sobre cuáles son las mejores opciones en tu caso y contarás con consejos adaptados a tus circunstancias.