Las hipotecas a tipo fijo están diseñadas para quienes prefieren pagar un poco más, pero tener una cuota que no cambie con el tiempo. Las variables son un producto pensado para quienes desean o necesitan pagar menos mes a mes y a cambio están dispuestos a firmar una operación más arriesgada. A continuación, te mostramos las diferencias entre las hipotecas a tipo fijo y variable.
¿Cuáles son las diferencias entre las hipotecas a tipo fijo y variable?
La mejor forma de conocer las diferencias entre las hipotecas a tipo fijo y variable es descubriendo sus ventajas y desventajas.
Ventajas de las hipotecas a tipo fijo
Estas son las ventajas de las hipotecas a tipo fijo:
- Cuotas estables. Siempre se paga lo mismo y no tienes que estar pendiente de cambios en el valor del Euribor.
- Más facilidad a largo plazo. Aunque al principio puede ser más dinero que con una hipoteca variable, cuando pasen unos años, la vida se encarezca y tú ganes más, te parecerá más asequible.
- Buenas condiciones. Hay hipotecas a plazo fijo por debajo del 2 %. Es cierto que si se compara con el precio del Euribor más el diferencial puede parecer un porcentaje alto, pero si la comparación se hace con unos años atrás no pensarás lo mismo.
Desventajas de las hipotecas a tipo fijo
Vamos ahora con las desventajas de esta clase de hipotecas:
- Pago mensual. El pago mensual siempre va a ser más elevado que con una hipoteca a tipo variable, es lógico, ya que la seguridad que obtienes debe tener un coste. Por supuesto, tendrás que estar seguro de poder asumir dicho coste.
- Comisiones más altas. Muchos bancos imponen comisiones más altas a estas hipotecas, de apertura y de amortización anticipada. En este segundo caso, es porque al cancelar parte de la deuda obtienen menos ganancias por los intereses de las que habían previsto.
Ventajas de las hipotecas de interés variable
Estas son las principales ventajas de las hipotecas a tipo variable.
- Cuotas bajas. Las cuotas que resultan al tomar como índice de referencia al Euribor más la suma del diferencial son más bajas, pero también conllevan un riesgo más alto.
- Plazos de amortización. En la mayoría de los casos, los plazos que conceden los bancos para el interés variable son más largos. Algunas entidades llegan hasta los 40 años, plazos más largos son complicados en la actualidad.
- Menos comisiones. Las comisiones son más bajas, incluso algunos bancos no las cobran.
Desventajas de las hipotecas con interés variable
Terminamos el repaso con las desventajas de estas hipotecas:
- Cuota mensual cambiante. La cuota puede subir o bajar sin que el cliente tenga ninguna clase de control. Es cierto que el Euribor está en los niveles más bajos de la historia, pero nunca se puede descartar una subida.
- Inestabilidad. No saber si en el futuro subirán puede crear una cierta inestabilidad económica.
Ahora que ya conoces las diferencias entre las hipotecas a tipo fijo y variable te toca decidir a ti la que más te interesa. Desde Genial Banking somos expertos en hipotecas y podemos asesorarte profesionalmente.