Tras los graves efectos de la crisis financiera de 2007 en el mercado hipotecario español y que se han alargado hasta casi una década después, el número de hipotecas concedidas para la compra de viviendas están creciendo con tasa de doble dígito. En tasa intermensual (mayo sobre abril), las hipotecas sobre viviendas se dispararon un 37,1%; en tanto que el capital prestado avanzó un 38,1%. En ambos casos se trata de los mayores ascensos mensuales en un mes de mayo al menos desde 2013.
Esta recuperación del mercado está motivada por la mejora de la economía española y el aumento de la renta disponible de las familias, junto con el mantenimiento de los bajos tipos de interés y del acceso de las entidades financieras a las líneas de financiación del BCE y de los mercados de capitales internacionales. Todo ello, está incidiendo en el descenso en los niveles de morosidad y el saneamiento del sistema financiero español.
Asimismo, el ajuste en los precios de las viviendas de entre un 30-35% desde los máximos de 2007-2008 ha permitido también que muchas de estas propiedades resulten atractivas para los compradores y se animen a solicitar un préstamo hipotecario para poder adquirirlas. En valores absolutos y a nivel nacional, los precios mínimos y máximos del metro cuadrado, se situaron en 599€ y 2.886 €, respectivamente, lo que supone volver a valores del 2004, aunque hoy se vende la mitad de viviendas que en ese año.
Por otra parte, hay que indicar que el 80% de las familias en este país tienen su vivienda en propiedad, muy por encima de los demás grandes países de Europa, y que España ha tenido en toda la crisis, y antes también, las hipotecas más baratas de Europa. Por consiguiente, se prevé que durante los próximos años se amplíe la mejora del mercado hipotecario español, aunque habrá que estar atentos al cambio en la política del BCE y las variables políticas como el Brexit que puedan provocar un empeoramiento en las condiciones de financiación del sector bancario y al aumento de los tipos de interés.