Es la valoración de un bien, mayormente inmobiliario, hecho de acuerdo a unos criterios y metodología preestablecida por un profesional competente habilitado para ello. Se suele utilizar por las entidades financieras para comprobar el valor real del inmueble que se va a establecer como garantía en una hipoteca.
La tasación inmobiliaria debe cumplir una serie de requisitos marcados por la ley; por ejemplo, debe realizarse por una sociedad de tasación de bienes que esté inscrita en el Ministerio de la Vivienda y que sea una sociedad anónima con objeto social limitado a la valoración de todo tipo de bienes, empresas o patrimonios y que cuente con una estructura mínima y tenga responsabilidad civil frente a terceros derivada de la actividad de tasación. Estas sociedades tienen que estar homologadas por el Banco de España
La tasación inmobiliaria está influida por varios factores que determinarán su valor, tales como: la ubicación de inmueble, su antigüedad, su superficie, la proximidad de servicios y la calidad de construcción. Y será determinada de acuerdo con uno de los siguientes métodos de valoración: por comparación (la más común), por costos o por capitalización de rentas.
Por último, se ha de indicar que, en virtud de la ley española, las entidades financieras estarán obligadas a aceptar cualquier tasación hipotecaria que provenga de una sociedad de tasación registrada y homologada por el Banco de España.